martes, 16 de junio de 2015

Mala hierba













Un corazón de yesca
en el pueblo fantasma
con vaivén azaroso
en permanente errancia,
cual arbusto rodante
cruza a golpes de viento,
marchito, sobre el polvo 
quemante del desierto:
del cercano horizonte
avanza un remolino
galopando veloz
y no es un espejismo.