lunes, 25 de octubre de 2010

Provisionalmente todo es eterno

Con un reloj la vida tirotea
y una rueda de tiempo nos devasta
cual maderamen crepitan las cosas
idas y amarillentas de antemano

el porvenir se vislumbra vetusto
hastiadas las cosas de allá regresan
los días esparcen fría ceniza
los aromas se aferran a los muebles

si transcurrir o no como hasta ahora
el tiempo ya no sabe -no acontece-
yace traspasado por una espina
quebrado por un silencio robusto

bajo las alas del tiempo se acurrucan
asustadizos rostros que suplican
la exquisitez que suele desprenderse
del beso de una boca tumefacta

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Gélida Angustia

Está vacía
está cerrada
y sin moverse
oscura está
inmaterial
no huele a nada
tan aquí al lado
y silenciosa
que infunde miedo


Zozobra

viernes, 1 de octubre de 2010

Terror matinal


Y luego tu recatada voz se refleja en un espejo de lágrimas convertiéndose en mi sepulcro. Ruinosos bebederos me acompañan conmoviéndome con su noción acerca del olvido. Enciendo un quinqué para protejerme del tiempo como quien mastica espuma, pero me araña los labios tu recuerdo. Crujen los perfumes y un anónimo suspiro cruza el jardín con indiferencia. No tengo más remedio que envolver al aire con desfallecidas cáscaras de besos para darle tu silueta: mórbido tapiz. Te incrusto en mi costilla y así queda anulado para siempre nuestro vínculo. Insípidas emociones me devastan. Después me siento sobre un yelmo que no hace más que distraer a mi sombra. Siento frío en el cabello, como si rígidas y oscuras flamas me rascaran la memoria. Un muro me asedia tenazmente impidiéndome ver cómo devoro un capullo emponzoñado. Entre claroscuros y destellos, entre marasmo y reciedumbre, busco una entrada para salir. Y así me ocurre siempre durante el rosicler del alba, como lo escuchas, dulce bien mío.
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Vericuentos (Elementary, my dear Watson)


Tras contados segundos de penumbra se reinstauró la luz en el salón, hallándose a la anfitriona de la casa apuñalada por la espalda. Fue unánime la sospecha de que el lector era el único culpable.

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