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martes, 1 de mayo de 2018

Yantar de Gesta 12 (Sopa de suela de zapato a la Chaplin)


Muy nutritiva sin lugar a dudas. Es parte de la alimentación ideal. Además, sirve para desarrollar resistencia en los dientes, en especial los incisivos. Se recomienda que la olla para el cocimiento tenga suficiente cochambre; así, el toque maestro del sabor estará asegurado. Algunos (en forma maliciosa) la llaman "sopa de indigente", pero eso indica falta de cultura gastronómica, poco amor por la buena cocina y las recetas proclives a salvaguardar la economía doméstica.
El zapato elegido para la sopa deberá registrar un alto kilometraje; por ello se recomienda recurrir al vetusto y ruinoso calzado de algún vagabundo con pie de atleta: hongos suculentos donde los haya. Entre más fétido mejor, pues de este modo se preservan óptimas las propiedades vitamínicas. Esta elección es tan importante y delicada como seleccionar un pollo o un trozo de carne porque influye en la consistencia del extracto.
Si un quiere caer un poco en lo extravagante —por no decir en el lujo—, puede agregar zanahorias muy bien picadas o cortadas en cubos y un puñado de chícharos; y ya en el súmmum del dispendio, un manojito de cilantro. Algunos chefs de prestigio recomiendan un toque de finura mediante la incorporación de una lata vacía de sardinas.
Hay que revolver en forma uniforme el exótico menjurje para que el caldo se impregne de la aromática amalgama, lo cual trae beneficios digestivos.
Todo el conjunto ha de hervirse a fuego muy lento (unos 25 minutos), sin llegar al burbujeo desmedido. La sal se adiciona al gusto pero teniendo en consideración que el principal ingrediente ya es salado por naturaleza y de sabor intenso. Un truco para engañar un poco al paladar consiste en agregar unas gotas de limón.
Este platillo puede servirse sin bochorno alguno en las mesas más postineras, ya que no sólo es exquisito y sustancioso sino que deja en el comensal una magnífica sensación de barriga llena y auténtico calor de hogar.