jueves, 27 de agosto de 2015

Pisadas



º
Fruye la playa:
tu pie se vuelve espejo
de miel maciza.
Se me enarena el pulso
al ir tras tu pisada.

º
Dejas tu avance
en la apretada arena,
tu peso ausente.
Sólo queda el azúcar
de tu planta radiante.

º
Calzas arena
y a tu talón persigo
con alta espuma.
Tus pies son los que rigen
mis mareas en curso.

º
Que al mar lo pises
es todo cuanto anhela,
te ofrece su agua.
Son de alcurnia marina
tus heráldicos pies.

º
Con el mar juegas
a que enjuague la arena
de tus empeines.
¿Eres de pies traviesos
o el mar me está mintiendo?

º
Te identifico
—docta en bellas pisadas—
por tu trayecto.
Tu pie al hollar la arena
también mi pecho oprime.

º
Ante tus pasos
la arena y yo nos vemos 
como rivales.
Tantas huellas en fila:
igual cifra de celos. 

º
Náutica dama
tiranizando olas;
ya es el momento.
Sobre tu altar caminas:
mi boca y sus riberas.