miércoles, 11 de mayo de 2011

Cartilla Sextina 3





Pantomima del maquillaje bifaz

Pierrot, acompañado por la luna,
con su atuendo de mimo inhala triste
el asfódelo amargo de los celos.
Padeciendo el dogal de pobre diablo,
el blanco maquillaje de su rostro
reparte por mitades llanto y risa.

Se escucha el tintineo de una risa
y bajo las cascadas de la luna,
Colombina desdeña con su rostro
la implorante señal del novio triste
y va en pos de Arlequín, paje del Diablo
y espina gravitante de los celos.

Ella se robustece con los celos
aunque una trémula e insondable risa
la hace creerse títere del Diablo,
concubina con hábitos de luna
dispuesta a urdir la travesura triste
de una farsa de amor con doble rostro.

Quitándose las lágrimas del rostro,
Pierrot con culpa y náusea ante sus celos,
desmantela su facha de hombre triste.
La moneda del llanto y de la risa
destella con un guiño de la luna
lanzada como apuesta por el Diablo.

¡Qué hipocondría! Pierrot manda al diablo
su frenesí por el coqueto rostro
que lo ha puesto a vagar bajo la luna.
Mordaz y en combustión con agrios celos,
va tras la falsa de la inquieta risa
a quien depara un desenlace triste.

De vuelta, satisfecho, aunque algo triste,
lo atajan Arlequín y el cojo Diablo
y preguntan codeándose de risa
quién le tiñó de sangre el zafio rostro,
o si es la rabia absurda de los celos
deformada en desgarro por la luna.

Y Pierrot vira el rostro hacia la luna
mientras su risa de verdugo triste
mal oculta sus celos hacia el Diablo.