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viernes, 10 de junio de 2011

Encima de la granada

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Las muchachas de nuestro equipo de hockey sobre hierba, tienen varias supersticiones que afectan su desempeño en forma positiva o negativa según el caso. La más peculiar es la que -suponen ellas- exorciza sus épocas de mala racha. Yo, como su más fiel simpatizante, puedo dar fe de tal conducta.
Cuando me lo permiten bolsillo y tiempo, viajo en mi desvencijada camioneta a cualquier población cercana con tal de no perderme un juego. Un aliado auténtico debe mostrarse más entusiasta y dispuesto a brindar apoyo moral en los momentos adversos. Y, en efecto, el arranque de la temporada veraniega no pudo haber sido más catastrófico: cinco derrotas consecutivas.
El caso es que las chicas, en circunstancias extremas recurren a una especie de rito conjuratorio que en su argot grupal llaman encima de la granada. Gracias a mi condición de adepto recalcitrante he podido saber en qué consiste. Así como algunos heroicos soldados en un intento por salvar al resto del pelotón ante el peligro de una granada, se arrojan sobre el mortal artefacto cubriéndolo con su cuerpo, así ellas. Con pequeñas diferencias, claro está. La principal es que en lugar de una granada se trata de un hombre. Tiene que ser feo. Ellas consideran que el grado de repulsividad es crucial para contrarrestar la desgracia. Entre más espeluznante sea el espécimen más pronto cambiará la suerte del equipo. Y no solo hay que arrojarse sobre él sino que se debe culminar el sacrificio acostándose con el tipo en donde sea necesario. La búsqueda de los candidatos por lo común se inicia en los bares a donde las jugadoras acuden tras los partidos. La mártir en turno (una botella de cerveza puesta a girar decide), es escoltada por el resto quienes con dedo implacable señalan al repugnante intermediario masculino con el cual se expulsarán las vibraciones malignas.
Doy mi palabra: aquella noche únicamente quería la firma de todas en una foto que yo mismo había llevado a ampliar con la intención de enmarcarla y lucirla en mi oficina. Lo cierto es que siguen invictas y mañana se disputan el campeonato.