º
tras tu mentira
tu cómplice me he vuelto
mediante un guiño
º
cambia mi rumbo
la minúscula brisa
de tus pestañas
º
conjuro contra
espíritus malignos
tus ojos brujos
º
con tus pestañas
el filósofo mide
el infinito
º
raudos eclipses
en cada pestañeo:
tu tic nervioso
º
aun distraída
tu cándida mirada
fuente es de estragos
º
el amor vino
como tu pestañeo
pero más ágil
º
en tu pupila
una mota de polvo
y un lagrimeo
º
con pestañeos
la aparición confirmas
si es falsa o cierta
º
a medianoche
un farol parpadeante
causa de sueño
º
la noche imita
las municiones negras
de tu mirada
º
haiku sin tacha
ni crítica posible
son tus pestañas
Plinio El Viejo aseveraba: "Las pestañas se caen por la excesiva actividad sexual y es especialmente importante para la mujer conservar sus pestañas largas para probar su castidad. Eso explica el afán por las pestañas postizas o bien, el ritual de alargárselas con un pigmento negro, pero sobre todo la escasa pilosidad en las pestañas de la mujer contemporánea¨.