Para protegerse en el infierno, nada mejor que llevar en las sienes un par de hojas de álamo. Otorgan vigor y audacia. Hércules solía llevar una pequeña alforja con ramas de álamo a la hora de emprender sus doce trabajos. Era como llevar una corona bienhechora.
No es mitología. El álamo infunde arrojo y enjundia. Lo llaman "Adán vegetal" porque fue el primer árbol creado por Dios. Una consagración.
Por el color de sus hojas se puede predecir el clima. Si el lado claro predomina se augura un paraíso solar; si el oscuro, la lluvia tendrá lugar.
Álamo, cetro de dioses.
Protector en los senderos
contra los súcubos fieros
que odian que bajo él reposes.
Bajo su sombra no hay poses
de paladín agobiado
o de humano acobardado.
Sus firmes hojas y ramas
en todas sus bellas gamas
te acogerán con agrado.
Por el color de sus hojas se puede predecir el clima. Si el lado claro predomina se augura un paraíso solar; si el oscuro, la lluvia tendrá lugar.
Álamo, cetro de dioses.
Protector en los senderos
contra los súcubos fieros
que odian que bajo él reposes.
Bajo su sombra no hay poses
de paladín agobiado
o de humano acobardado.
Sus firmes hojas y ramas
en todas sus bellas gamas
te acogerán con agrado.