viernes, 7 de septiembre de 2012

Exposición de un coleccionista 2 (Cuadro negro)

Malévich

Cuadro negro

Para habituarse a su entorno, el autor trabajó su lienzo al natural. Diligencia no falta. Se percibe en la homogénea composición del conjunto; alarde de acromatismo que suscita un vértigo álmico. El observador se precipita en las espirales de la abolición, en una pesadilla de infinitos etcéteras. La sombra de la sombra en donde el pensamiento se oscurece. Nada para los ojos. La noche no puede detener su hemorragia. 
Perfecta amalgama de la realidad con el Yo nigérrimo, aunque también podría ser una oblicua referencia al mercado negro de obras de arte, los huevos negros de Owakudani o la bola de billar número ocho. Un retorno a los antiguos, a la majestad pródiga y ecuménica. La genialidad está en la omisión. Para ser un artista universal nada mejor que una obra que satisfaga todos los gustos. Puedo decir: pomposa falta de imaginación... mas me gana la risa.
Este óleo (número 2 en mi catálogo personal) tuve que retirarlo de mi galería que mantengo abierta al público ya que se convirtió en un juego obsesivo para ciertos concurrentes maniáticos, quienes, diariamente con lupa en mano se pasaban horas examinando cada centímetro cuadrado. Algunos incluso, pasándose de audaces, se turnaban para montarse en hombros uno encima del otro con el fin de inspeccionar las pinceladas superiores.
Es fácil engañar al ojo. Esta pintura, en todo caso... colgársela en el cuello como rótulo de la muerte.
¿Son estos los privilegios de la vista?

domingo, 19 de agosto de 2012

Tienda de perfumes



Mujer, ven a mi tienda de perfumes.
Verteré tus modales en un frasco
para que al viento espléndida sahúmes
con el hialino efecto de un chubasco.

En reciprocidad te haré una esencia
que robustece el ánimo amoroso,
una colonia de salaz influencia:
el rob espiritual con que te endioso.

Tendrás en mi almacén prerrogativas
ungiéndote mis bálsamos y sales
para que amor, salud y un don recibas
del misterio de extractos ancestrales.

Confiérete el placer -y sé egoísta-
de tu impar y exclusivo perfumista.

sábado, 21 de julio de 2012

Cartilla Sextina 8




Sextina del miedo

Con revólver persígnase la noche
para escupir su oráculo de muerte,
no hay más trinchera en la ciudad que el miedo,
perdió su brújula el lugar del crimen.
Caminar distraído por la calle
es un recuerdo. Sal portando un arma.

Acaricia a tus hijos con un arma,
pues yendo en los pasillos de la noche
no va a escoltarte Dios en cada calle
si se anuncia con gárgaras la muerte.
El hampa en lid, los diáconos del crimen
te darán pus de plomo para el miedo.

Un tintero de voces tiene el miedo
y un lingote de fango pesa un arma,
decapitar es épica del crimen
cuando reparte naipes la atroz noche
y cuelga el pergamino de la muerte
en las márgenes rojas de una calle.

Endriagos de metrópoli en la calle
orinan en capítulos de miedo,
por cada reverencia de la muerte
es ungida con coágulos un arma
que gotea en los filos de la noche
el fétido dolor de un raudo crimen.

Siluetas de humo pautan contra el crimen
exigiéndole al odio que se calle.
Tatuada de cadáveres, la noche
es asfalto podrido por el miedo
que transita rascándose con su arma
el gatillero andante de la muerte.

Vicio de masturbarse con la muerte
el de las bestias báquicas del crimen;
es un muñón lo que sostiene el arma
tras un gruñir porcino a media calle
y los gusanos fúnebres del miedo
devoran la careta de la noche.

El crimen hiede a séquito de muerte,
calibra tu arma al ir por esa calle
donde el miedo babea cada noche.

jueves, 12 de julio de 2012

Reglamento para reglamentar

1. Toda regla deberá apegarse estrictamente a las reglas.

2. La regla no podrá modificarse por ningún motivo, a menos que lo permitan las reglas.

3. En caso de dos reglas opuestas entre sí, ambas deberán aplicarse con el mismo rigor y celo.

4. Las reglas no podrán romperse, salvo que se trate de la excepción a la regla.

5. Las reglas serán para que uno se sienta importante diciendo: "las reglas son para romperse".

6. Una cosa será enumerar razones para romper una regla y otra tener razones para romperla.

7. La excusa reglamentaria deberá ser siempre: "yo no inventé las reglas".

8. En caso de que no haya reglas, tal circunstancia deberá quedar claramente estipulada en el reglamento.

9. En aras de la individualidad y la armonía, que cada quien obedezca sus propias reglas y respete las ajenas.

10. Cualquier regla no prevista en el presente reglamento... pues cada uno verá cómo se las arregla.

miércoles, 27 de junio de 2012

Ypatia, la gorgona de Alexandria




Van a lincharte. No solo les irrita tu facundia. Creen que eres aliada de la secta maligna, idólatra de íncubos. Que practicas magia dañina con fórmulas, números y teoremas. Tus cálculos son el mapa de un reino de tinieblas. La ciencia es lo propio de una hetera impía. Si el saber es tu religión, estás condenada. Confundes tierra firme con el fango. No has aprendido a desconfiar de tu instinto. Tus inventos son vehículo del mal y cuando desde el faro miras el firmamento es para convocar una calamidad. Alejandría ya no es territorio seguro: vienen por ti. Traen un nuevo dogma: intolerancia. Erudición en mente de mujer es contranatura. Tú y tu cogitaciones filosóficas profundas: ¿De qué modo es “Así”? ¿Cuándo es “Ahora”? ¿Dónde queda “Ahí”? ¿A qué hora es “Ya”? Son cristianos. Perdónalos, no saben lo que hacen. Quieren rasgar tu ropa y después arrastrarte desnuda por las calles. Con afiladas conchas de ostra cortarán tus pechos tal como el Cono de Apolonio. Un escriba referirá: Ella, con resplandor propio encendió su hoguera. La turba: contenta, como siempre que la satisfacción es proporcional a la estupidez.




lunes, 18 de junio de 2012

Diezmos 10


Décima pilarcaica quasi mística con prosilla castellana


¿Dó vas oy tan garridica
dexándome congoxoso?
¿Buscáis galán o un esposo
con tu ajuar de pastorcica?
¿Por qué huysme, qué os pica,
si a la çaga de tu huella
aqueste cuerpo resuella?
No esperéis una guirnalda:
dejad caer vuestra falda
que os quitaré lo doncella.

martes, 12 de junio de 2012

Charcos 1

fin del chubasco
tras tu andar por las calles
guiñan los charcos

trémulo charco
la mujer con paraguas
¡lo turba tanto!

¡cuán caluroso!
una mujer con falda
brincando un charco

tu pie en un charco
tu ondulante pisada:
agua de encanto

fin del chubasco
coquetando a las damas
guiñan los charcos