domingo, 23 de octubre de 2011

Consistorio Secular del Amor


(El Capellán)

Ser casada no es impedimento para mi amor, aunque me devasten tóxicos y constrictores celos ante tu pareja. Me han prendido los nudos del deseo. Eres única. Dos como tú es inimaginable. Mi amor se magnifica de continuo. Jamás tomaría nada tuyo contra tu voluntad aunque fuera para venerarlo y devolvértelo enseguida.
Mírame, estoy en plena madurez, mas… si muriera ¿colgarías por dos años un crespón luctuoso en un lugar secreto previamente convenido? No hay razón para que me prive de amarte. Escucha: mi ser elude la avaricia, incapaz de avergonzarte.
Mis brazos solo a ti buscan pero son recatados y discretos. Es mi obligación palidecer siempre en tu presencia. Si te veo en forma inesperada, estremecerme es mi deber.
Tengo miedo o quizá es debilidad por la falta de sueño y apetito. Pensar en ti sin pausas es mi cargo, mi faena.
Nada se opone a que una mujer sea amada por dos hombres.