jueves, 1 de septiembre de 2011

Estofado de amor (receta)


(Receta para más de dos porciones)
INGREDIENTES:
Todo lo que encuentre en la alacena y alrededores.
MODO DE PREPARAR:
Como venga, sin lavar y sin remover la cáscara viértale antes que nada cuatro tazas -al tope- de frenesí previamente macerado con promesas. Sazone con frases de arrebato pero debidamente escatimadas. Adicione vahídos y marasmos en sus racimos, de preferencia producto de una vendimia nocturna en plenilunio. Una cucharada de parabienes con querellas. Celos intermitentes al gusto (si son retroactivos mejor). Revolver el conjunto con pétalos de enigmas y después rocíese una mixtura de licores venéreos, lágrimas y nata negra. Una pizca de pellejos labiales (los hay masculinos y femeninos, estos últimos exquisitamente aromáticos). Añada unos trocitos casi diminutos de bienaventuranza, si no se tiene a la mano pueden sustituirse por unas hojas de laurel. Incorpore zumo de incertidumbre para dar consistencia al amasijo. Seguidamente se echan rodajas grandes de quebranto remojado en limón. Unas gotas de fantasía son imprescindibles para evitar que reviente durante el cocimiento y para que no se pegue resulta eficaz embadurnar la cacerola con ternura derretida, pero poca. Poner a fuego lento durante una eternidad provisional sin levantar la tapa. Para amortiguar el predominio de los condimentos dulces, los paladares intrépidos pueden agregar un manojo de mentirillas picadas para obtener un regusto acidulado, éstas deberán agregarse una vez que empieza el burbujeo. Agite con frecuencia con un cucharón de porcelana para que todo aparente estar uniforme. Verifique el grado de cocción utilizando un mondadientes ungido con llovizna dominical. Déjese enfriar durante un milagro. El guiso puede aderezarse con hierbas de felonía o si se prefiere con semillas de ensueños tardíos. Para culminar espolvoree el manjar con cenizas de cartas románticamente fatalistas e implorantes poniendo especial esmero en adicionarlas limpias de suspiros, las más de las veces estrepitosos pero insípidos. Se recomienda servir este platillo en rebanadas, como no queriendo y sin guarnición alguna.

Estar

Lo que cuenta es estar, es lo que importa,
se debe estar estando y la estadía
ha de justipreciarse cada día
sin repetirse más: la vida es corta.
Hay que ponerse a estar de puro gusto,
solo el afán de estar se toma en cuenta,
con todo: sombra, entrañas y osamenta,
salvaguardando al átomo robusto.
Que la noción de estar se vuelva un rito,
un tic de gratitud, un infinito
roer en la manzana de la vida.
"Estoy" -responderé si alguien pregunta-
como quien con el mundo se arrejunta
en conmemoración agradecida.

domingo, 28 de agosto de 2011

Señores del jurado

Soy culpable, señores del jurado.
Nada puedo alegar, no hay atenuantes:
ser un hombre sensible es mi pecado,
juglar y caballero (de los de antes).
Fui a su casa, sin fondos, quebrantado;
triste mas sin propósitos galantes.
Ella -lo juro aquí desde el estrado-
fue quien lanzó sus dardos insinuantes;
yo en mi defensa supliqué de hinojos,
y aunque puse de escudo mi corbata,
me hirió en el pecho con sus verdes ojos
y vi -siempre al gentil se le maltrata-
venir la flecha de Eros. Soy culpable:
la ahorqué -tras poseerla, ¡ay!- con un cable.

viernes, 19 de agosto de 2011

Tanta Tinta Tonta

1. (Ven)

Ven siempre
cual eres
muy tú

ven tuya
avara
de ti

ven toda
sin peso
ni edad

ven siempre
ven antes
ven hoy

ven mucho
de nuevo
después.

2. (Casida)

Se parece a la noche:
abyectamente pura
como el confesionario
que sabe de lujuria.

El cuenco de sus manos
es más reconfortante que sus labios.

Sus poses restituyen
aquel placer siniestro
de las antiguas nobles
que provocaban duelos.

Una vez me ha tocado
y con mi sangre me dejó tatuado.

3. (Boca)

Boca que susurra
como una colmena
boca que promete
carnales querellas.

Boca que me ciñe
con húmedas redes
irrigando fresca
nata trasparente.

Boca que insinúa
dos batientes gajos
que han de redimirse
dando navajazos.

4. (Te contengo)

Te contengo
como un sobre
como un cáliz
cual si fueras
vino brusco.

Te contengo
como un nido
como un cofre
que custodia
tus secretos.

Te contengo
como un cauce
como un puño
que apretuja
una dádiva.

5. (Coramorazón)

Está vacío
está cerrado
y sin moverse
oscuro está
inmaterial
no huele a nada
tan apartado
y silencioso
que infunde miedo.

jueves, 11 de agosto de 2011

Vericuentos 7 (Refutando al filósofo)



Heraclitus
Yo sí pude bañarme dos veces en las mismas aguas del mismo río, aunque tuve que correr bastante para alcanzarlas.

jueves, 4 de agosto de 2011

Marie Antoniette



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Me pusieron el mundo entre las manos

envuelto en seda y caros tercipelos
sin manuales, ni guías. Los arcanos
secretos del poder de mis abuelos
se quedaron en Austria. Indigna fui,
amado Fersen, de llevar corona,
mas ¡tanta humillación! ¿la merecí?
Nací alteza imperial; no una bribona.

Ya debo prepararme, último acto,
del drama de la "Viuda de Capeto".
La cabeza bien alta hasta el impacto:
el público merece mi respeto.

Y a ti, el más leal, mi amor, mi amante,
te encargo una oración para el instante.

Pilar L-Muñiz

miércoles, 3 de agosto de 2011

Diezmos 5


Náufrago escribe una nota a su novia

Juro que pienso en ti tanto
que me sobra tu presencia,
lo hago con grave frecuencia
y tu visión gana encanto.
Recapacito y me espanto:
Ella y tú no son lo mismo
en un trance de erotismo.
Te fui infiel en tu homenaje,
tanto contigo me abstraje
que cortejé a tu espejismo.