Pues eso. Que Cristoforo Colombo
nunca dijo que la Tierra era redonda. El mito fue inventado alrededor de 1620 y
lo divulgó hasta el cansancio un escritor estadounidense de nombre Washington
Irving. La forma esférica del planeta se conocía desde Eratóstenes entre los
siglos III y II a.n.e. Incluso desde Pitágoras (sin método científico que lo
sustentara) se sospechaba de la redondez terrestre. De modo que las personas
con una mediana cultura en el siglo XV (Reyes Católicos incluidos) sabían en
dónde estaban parados.
El argumento insensato de Colón
para obtener financiamiento fue que la Tierra era más pequeña de lo que se
pensaba y, por tanto, una ruta distinta para llegar a Asia era posible.
De hecho, Colón pensaba que la
Tierra tenía (nada de risas ¿eh?) aspecto piriforme. "Quizás el mundo no
es como se lo describe, sino que tiene forma de pera, esto es, redonda en todas
partes salvo cerca del tallo, donde se proyecta mucho; o como una bola redonda
con algo parecido al pezón de una mujer en algún lugar...". Con esas
palabras, el muy degenerado.
Ah, y el nombre del continente no se debe ni a Amerigo Vespucci ni a Richard Ameryk, sino que tal honor corresponde una tabernera del Puerto de Palos de nombre América a quien los navegantes apodaban en forma cariñosa y con ese tacto proverbial de los hijos de la mar, "La Pechugas".