lunes, 26 de enero de 2015
Memento vivere
º Como quien va por la vida en pos de la felicidad saltando de tejado en tejado.
º Como esas fotografías desganadas de obligación celebratoria que quisieras tirar a la basura.
º Como la niña que juega sobre el suelo ajedrezado a no pisar los mosaicos negros.
º Como el enfado de la muchacha que te gusta porque te ve llegar con la misma ropa arrugada que te pusiste para el baile.
º Como quien se encierra en el sótano a oscuras, con doble llave para no sentirse a solas.
º Como la mujer a quien se silba y requiebra en la calle, volviendo ella la cabeza sin convertirse en estatua de sal.
º Como la inútil ternura que despierta una mesita coja con su mantel de hule.
º Como el corazón que se bate en retirada y ello resulta un acto heroico.
º Como el que persigue a una mosca con la pujanza de quien procura el exterminio de las plagas de Egipto.
º Como quien llega condescendiente repartiendo consejos en actitud de "café para todos".
º Como esas palabras pedantes que nadie sabe cómo usar: "pragmático", "bizarro", "coadyuvar" y se sienten la realeza del diccionario. El más caro rococó.
º Como una mujer que te abraza juntando su mejilla con la tuya, y te deja un tenue brillo de maquillaje igual a polvo de mariposa con alas doradas.
º Como cuando se adelanta el olvidar a alguien antes de que se haya ido.
Etiquetas:
aforismos,
frases,
Memento Vivere,
proverbios,
refranes
domingo, 25 de enero de 2015
Tornados anaranjados
Para sentir angustia, nada mejor que tener a la mano un gran tornado color naranja. Me permito sugerir un trompo de esos que al girar con aterradora magnificencia, se llevan todas las certezas, los cándidos vislumbres y todo aquello que alguna vez uno consideró noble y valioso. Algunos tornados son muy contundentes en su devastación porque además poseen una cualidad hipnótica a medida que se acercan lo cual aumenta el riesgo de formar parte de su botín.
Yo sueño con tornados anaranjados desde niño y nunca he visto uno. Pero mis tornados oníricos son muy pulcros y todo lo abaten.
Relampaguean, tienen melenas eléctricas, producen un vértigo de incendio gélido. Parece que un oponente dorado del sol estuviera dentro de ellos.
Es extraño pero no siempre mis tornados vienen del horizonte y arrasan campos de trigo; a veces salen del ropero o cuando levanto una piedra pero siempre son gigantes que se tragan todo con sus revoluciones. En el remolino distingo papeles con palabras muy queridas, mi voluntad de ser, ángeles distraídos, pedacería de anhelos antiquísimos y reconocibles rostros de muertos que no están muertos.
En serio se los digo: para experimentar angustia no hay nada como un desfile de inmensos tornados anaranjados. Y los míos algún día gozarán de todo el temor, respeto y fama que se merecen.
sábado, 24 de enero de 2015
Yantar de Gesta 3 (Marilyn Monroe)
No soy ninguna inútil. Sé cocinar. Juego a
hacerme la tonta, pero que no les asuste la sensibilidad que no empleo. Debo
pedirle a Paty que me devuelva mis platos blancos y candelabros de plata;
perdónenme por ser tan sentimental. También debo preguntarle dónde conseguir
corazones de apio y cebollines. Necesito además 12 copas grandes de vino. Pero
ahora viene lo más importante: cocino sin ajo. Yo misma horneo el pan
francés (¿los tengo impresionados?). Esperen a que vean mi destreza al cortar
en trocitos muy pequeños las nueces, las castañas y los cacahuates. De
especias: romero, laurel, orégano. Un huevo duro bien troceado -esta parte me
excita, no sé por qué-. Mejor dos huevos; los hombres no suelen estar muy bien
provistos. El pavo se coloca en el horno a 180 grados centígrados, unos 350
fahrenheit -conozco acerca de conversiones de unidades-. Se le agrega aceite,
vinagre, cebolla y las especias. Esta parte me brinda una gran seguridad
emocional. Hay que ser disciplinada, no sé de dónde sacan que soy una caótica.
Soy muy precisa en muchas cosas, es sólo que las cámaras me ponen un poquitín
nerviosa. Me han deificado tanto como símbolo sexual que el público no me ve
como cocinera. Puedo estudiar un libreto mientras preparo mi receta
especial. Bien, y ahora las champiñones pero, ¡que no sean de lata! No cometan
tal herejía. Los chícharos también deben ser frescos. Cocer dos horas. ¡Feliz
Día de Acción de Gracias!
¡Ah! Me olvidaba: Soy valiente para amar.
Etiquetas:
Cocina,
gastronomía,
Marilyn Monroe,
Recetas,
Yantar de Gesta
Aviso de ocasión
Palabra, dime tu nombre
Se solicita una palabra
con los siguientes requisitos
edad: reciente o milenaria
con experiencia en dar alivio.
En español de preferencia
aunque no sea una egresada
de la academia de la lengua.
Inmune a la desesperanza.
Capacidad de liderazgo
que no se duerma en los laureles
que no provenga de otros labios
que tenga voz independiente.
Disponibilidad de horario
veloz en casos muy urgentes
con un sonido dulce y claro
que tras mi oreja esté pendiente.
Excelente presentación
más bella que las circunstancias
que aunque no exista salvación
me diga que no pasa nada.
Acudan las interesadas
trayendo sus solicitudes
hay contratación inmediata
el sueldo es según aptitudes.
Se solicita una palabra
con experiencia en dar alivio.
viernes, 23 de enero de 2015
Homo Lectoris 9 (El arte de la lectura)
Bajo
el concepto de lectura, concibo cosas muy diferentes de lo que piensa la gran
mayoría de los llamados intelectuales.
Conozco
individuos que leen muchísimo, libro tras libro y letra por letra, y sin
embargo no pueden ser tildados de "lectores". Poseen una multitud de
"conocimientos", pero su cerebro no consigue ejecutar una
distribución y un registro del material adquirido. Les falta el arte de separar,
en el libro, lo que es de valor y lo que es inútil, conservar para siempre en
la memoria lo que en verdad interesa, pudiendo saltarse y desechar lo que no
les comporta ventaja alguna, para no retener lo inútil y sin objeto. La lectura
no debe entenderse como un fin en sí misma, sino como medio para alcanzar un
objetivo. En primer lugar, la lectura debe auxiliar la formación del espíritu,
despertar las inclinaciones intelectuales y las vocaciones de cada cual.
Enseguida, debe proveer el instrumento, el material de que cada uno tiene
necesidad en su profesión, tanto para simple seguridad del pan como para la
satisfacción de los más elevados designios. En segundo lugar, debe proporcionar
una idea de conjunto del mundo. En ambos casos, es necesario que el contenido
de cualquier lectura no sea aprendido de memoria de un conjunto de libros, sino
que sea como pequeños mosaicos en un cuadro más amplio, cada uno en su lugar,
en la posición que les corresponde, ayudando de esta forma a esquematizarlo en
el cerebro del lector. De otra forma, resulta un bric-á-brac (decoración) de
materias memorizadas, enteramente inútiles, que transforman a su poseedor en un
presuntuoso, seriamente convencido de ser un hombre instruido, de entender algo
de la vida, de poseer cultura, cuando la verdad es que con cada aumento de esa
clase de conocimientos, más se aparta del mundo, hasta que termina en un
sanatorio o como político en un parlamento.
Nunca
un cerebro con esta formación conseguirá retirar lo que es apropiado para las
exigencias de determinado momento, pues su lastre espiritual está encadenado no
al orden natural de la vida, sino al orden de sucesión de los libros, cómo los
leyó y por la manera que amontonó los asuntos en su mente. Cuando las
exigencias de la vida diaria le reclaman el uso práctico de lo que en otro
tiempo aprendió, entonces mencionará los libros y el número de las páginas y,
pobre infeliz, nunca encontrará exactamente lo que busca.
En
las horas críticas, esos "sabios", cuando se ven en la dolorosa
contingencia de encontrar casos análogos para aplicar a las circunstancias de
la vida, sólo descubren remedios falsos.
Quien
posee, por esto, el arte de la buena lectura, al leer cualquier libro, revista
o folleto, concentrará su atención en todo lo que, a su modo de ver, merecerá
ser conservado durante mucho tiempo, bien porque sea útil, bien porque sea de
valor para la cultura general.
Lo
que se aprende por este medio encuentra su racional ligazón en el cuadro
siempre existente de la representación de las cosas, y, corrigiendo o reparando,
aplicará con justeza la claridad del juicio. Si cualquier problema de la vida
se presenta a examen, la memoria, por este arte de leer, podrá recurrir al
modelo de percepción ya existente.
Así,
todas las contribuciones reunidas durante decenas de años y que dicen algo
sobre ese problema son sometidas a una prueba racional en nuestra mente, hasta
que la cuestión sea aclarada o contestada.
Sólo
así la lectura tiene sentido y finalidad. Un lector, por ejemplo, que por ese
medio no provea a su razón los materiales necesarios,
nunca estará en situación de defender sus puntos de vista en una controversia,
aunque correspondan los mismos mil veces a la verdad. En cada discusión la memoria
le abandonará desdeñosamente. No encontrará razonamientos ni para la firmeza de
sus aseveraciones, ni para la refutación de las ideas del adversario. En cuanto
esto sucede, como en el caso de un orador, el ridículo de la propia persona
todavía se puede tolerar; de pésimas consecuencias es, sin embargo, que esos
individuos que saben "todo" y no son capaces de nada, sean colocados
al frente de un Estado.
Muy
pronto me esforcé por leer con método y fui, de manera feliz, auxiliado por la
memoria y por la razón. Observadas las cosas bajo ese aspecto, me fue fecundo y
provechoso sobre todo el tiempo que pasé en Viena. La experiencia de la vida
diaria me servía de estímulo, siempre para nuevos estudios de los más diversos
problemas. Cuando, por fin, estuve en situación de poder fundamentar la
realidad en teoría, y sacar la prueba de la teoría en la práctica, estuve en
condiciones de evitar el exceso de apego a la teoría, o descender demasiado en
la realidad.
De
esta forma la experiencia de la vida diaria en ese tiempo, en dos de los más
importantes problemas, aparte del social, se volvió definitiva y me sirvió de
estímulo para el sólido estudio teórico.
(Extracto del Capítulo 2 de "Mein Kampf")
Epigrimas
Epi: del griego "en", "sobre"
Grima: desazón, disgusto, rabia, sensación desagradable
Xenia 1
(Pañuelo de regalo)
Narigón Pontiliano, son tus mocos
elásticos, tan largos como pocos.
*
Denominación de origen
La codicia del tabernero Incróspito,
lo ha convertido en hábil milagrero:
puede estirar un ánfora de vino
y trocarla en veinte de agua.
*
Pedĕre Artis
Es popular la anomalía de nuestros senadores, Gárrulo,
en la vastedad de la república.
Dinámicas mandíbulas de efecto soporífero.
Al hablar exhalan flatulencias,
al peerse expelen articulada jerigonza de pujidos.
*
Xenia 2
(Pobreza)
No tengo dinero, Sulpicia.
Poseo tan solo flores
que te ofrendo como un detalle
onomástico. ¿Me las compras?
*
Horóscopo
Charlatana Pitonisa, los astros [Saturno tu regente,
alineado con...]
no fueron propicios y mintieron
sobre mi suerte en campaña:
herido en combate.
Que te embista un toro o te envenene un escorpión.
Que se te atore en la garganta la espina de un pescado
o una cabra muela a topes tu trasero.
Por lo menos que cangrejo te pellizque entre las ingles.
*
Xenia 3
(Dádivas)
Me pides que no te envíe
mis regalos, cruel Sulpicia,
acompañados de versos
porque te parecen nimios
(los versos no los obsequis).
Fiel a lo que te conviene,
siempre eliges lo prosaico
en vez de mis rollos épicos
que son como los de Homero.
*
Magna moralia
Lo que herido he admirado, cruel Sulpicia,
de tu ebúrnea, lozana y dulce piel,
ha sido su metódica constancia,
porque siempre en mi ausencia me es infiel.
*
Cirugía estética
Te han metido cuchillo en el abdomen
y la grasa, Sulpicia, que albergaba,
la injertaron cual rúbrica adiposa
para moldear tus firmes nuevas nalgas.
*
Salón de belleza
En manos de las ninfas que acicalan tus rizos,
malgastas tiempo y dracmas con revistas de moda,
calibrando una dieta y un nuevo maquillaje.
¿Eso es vivir, Sulpicia? ¿Esclava de tu cutis?
Joven eres y sobran en tu faz los menjurjes.
Despilfarra otra cosa: tu cuerpo y tus caricias,
que habemos en la calle mendicantes de besos
raudos para consumir tus bocales migajas.
*
Pasmarote
Eres tan distraída, Sulpicia, que todo lo dejas abierto.
El grifo, la puerta, los cajones, los frascos,
las preguntas, los paréntesis,
las posibilidades.
Las piernas.
jueves, 22 de enero de 2015
Nunca intentes timarme con un beso (Sylvia Plath)
Nunca intentes timarme con un beso
Fingiendo que las aves no se irán:
Se reirá el moribundo con desprecio.
La piedra un antifaz cordial se ha puesto
Y hay castas junto a Venus la sensual:
Nunca intentes timarme con un beso.
Dice el doctor que es suyo el sufrimiento,
Los pacientes lo dejan perorar;
Se reirá el moribundo con desprecio.
Temen atrofia atléticos solteros,
La solterona llora en el hastial:
Nunca intentes timarme con un beso.
La eterna sierpe, afable, ofrece el cielo
A niños que desean bienestar;
Se reirá el moribundo con desprecio.
Tarde o temprano llega un mal suceso;
Las aves lían fardos y se van.
Nunca intentes timarme con un beso:
Se reirá el moribundo con desprecio.
&
Never try to trick me with a kiss
Pretending that the birds are here to stay;
The dying man will scoff and scorn at this.
A stone can masquerade where no heart is
And virgins rise where lustful Venus lay:
Never try to trick me with a kiss.
Our noble doctor claims the pain is his,
While stricken patients let him have his say;
The dying man will scoff and scorn at this.
Each virile bachelor dreads paralysis,
The old maid in the gable cries all day:
Never try to trick me with a kiss.
The suave eternal serpents promise bliss
To mortal children longing to be gay;
The dying man will scoff and scorn at this.
Sooner or later something goes amiss;
The singing birds pack up and fly away;
So never try to trick me with a kiss:
The dying man will scoff and scorn at this.
Sylvia Plath
Suscribirse a:
Entradas (Atom)