viernes, 9 de octubre de 2020

Yantar de Gesta 13 (Yoko Ono)


Las ensaladas siempre han sido la debilidad de Yoko. Su mística; el verdor es como su sostén espiritual. Algo así como una moral que ella considera superior. Una ética que purifica el alma y el organismo. De preferencia crudas, una mezcla saludable de verduras le ha ayudado a mantener un cuerpo grácil y menudo, carente de sustancias tóxicas; aunque, por supuesto no desdeña la cocción cuando resulta necesario.
Debido a su gusto por las ensaladas, la mujer ya es casi nonagenaria y mantiene un humor excelente.
Es muy parca en cuanto a la sal y el aceite de oliva que le adiciona a sus platos. En su opinión, los aderezos deben ser algo muy elemental, casi rústico. Lo más importante es que la ensalada no tenga nada más y en forma íntegra la sapidez del aliño como si fuera un extracto o un néctar divino.
En casi todas las recetas de Yoko, hay un ingrediente de hoja que en la mayoría de los ocasiones suele ser la lechuga romana. Asimismo las espinacas son frecuentes así como los berros. No suelen faltar el tomate ni las zanahorias. Los champiñones a menudo otorgan un matiz de distinción al platillo.
Por supuesto, las semillas tienen un festivo recibimiento, en especial las de girasol; pero frutos secos como las nueces, las almendras y los cacahuates recién salidos de su cáscara, son también una delicia digna de compartirse. 
A Yoko no le importa ser con frecuencia blanco de burlas y bromas pesadas como consecuencia de sus hábitos culinarios. Pero ella pugna por el bienestar, una vida sana, prolongada y llena de vitalidad con un organismo que se robustece pese a consumir un número menor de calorías, aunque parezca insólito.

 

sábado, 22 de agosto de 2020

Ojos de Pacún 7





º
he de mirarte
cual si fuera liturgia
verte pasando

º
ojos brillantes
comisarios del cielo
que siempre miro

º
siempre iluminan
mis noches más oscuras
pese a estar ebrio

º
son mi tesoro
y he conformado un mapa
que tengo oculto


º
son siempe alegres
no son como los míos
siempre tristones

º
me miro en ellos
y es como si dos lunas
se rieran de mí


sábado, 18 de abril de 2020

Ostraka (Ostraca)

Ostraka euskalduna | SOS Iruña Veleia ren alde



° Un buen torero siempre se ve más ridículo que un mal payaso.

° Debo aprovechar la conducta cándida y angelical que ahora tienes, no se te vaya a salir en cualquier momento la lujuria de esa mujer depravada que llevas dentro.

° Los sentidos no son suficientes para captar la realidad. Hace falta la imaginación.

° Usté como siempre, desviviéndose por lanzarme los mejores piropos de su cosecha, tales como: ¡Eres una mierda!

° Por desgracia para los seres humanos; la benevolencia, la verdad y la alegría, suelen resultar muy insípidas.

° Al exponer nuestras opiniones lo hacemos siempre incitados por nuestros arranques e instintos.

° Muy pocas personas se dan cuenta de que hay una delgada línea divisoria que diferencia la memoria del recuerdo. 

° Si tú y yo nos hubiésemos conocido en otras circunstancias pues... nos hubiéramos odiado de todas formas.

° La ciencia ficción tiene en la poesía amorosa a su mejor representante.

° Basándose en la razón o en lo emotivo a veces se llega a las mismas conclusiones.

° La intuición no necesita de los sentidos para manifestarse.

° No todo en el mundo de las matemáticas resulta trascendental. Muchos cálculos son anodinos y estériles.

° La ocupación principal de los mortales es preocuparse por los problemas que no tienen ninguna importancia.

° El silencio es el lenguaje de los que tienen un corazón alborotado y bullicioso.











domingo, 20 de octubre de 2019

Ojos de Pacún 6







º
ojos ambiguos
ya briosos, ya serenos
místicos siempre

º
como cortinas
tus pupilas vibrantes
telón oscuro

º
van a su cita
en vestido de noche
tus tiernos ojos

º
ojos felinos
con su sigilo y gracia
como panteras

º

en su elocuencia
conversación conmigo
ojos silentes

º

en su elocuencia
conversación conmigo
ojos silentes


sábado, 12 de octubre de 2019

Shì (ser / estar en chino)



Quien da trato a lo nuevo como si fuera antiguo,
será todo un maestro del pensamiento ambiguo.

Más que tu mente atienda esto que te señalo,
sé siempre comedido en lo bueno y en lo malo.

Desoye los consejos hazte sordo si cabe
de la gente infalible que todo entiende y sabe.

No vas a reír como tu corazón solía,
destruirán tu morada la guerra y la sequía.

Transforma tus palabras en actos, no emociones;
demuestra tus virtudes y no las abandones.

Aprender de memoria es inútil y soso,
pensar sin aprender resulta peligroso.

Que las cosas se arreglen solas, jamás aguardes;
no imponer la justicia es cosa de cobardes.

Visita a tu vecina, conviértete en su amigo,
lleva un poco de fruta y unas flores contigo.

El preguntar es una regla de cortesía,
cuando ella abra la puerta, pregunta si dormía.

Nunca digas a nadie cómo vivir su vida,
guarda para ti solo tu sombra malherida.

Que tu paladar pruebe elíxir y veneno,
mantén dentro del caos el corazón sereno.

Hay algo que no cambia sin cómo, dónde o cuándo,
y es que todo en la vida continuará cambiando.









viernes, 11 de octubre de 2019

Manual de Botánica 5 (Ciruelo)


Con inocentes ínfulas botánicas, exhibe su pequeña y sencilla flor que actúa como novia. En primavera, suele ser el primer ejemplar que risueño florece: será el morador más jovial de su humilde jardín o huerto con árboles frutales.
Su savia es rústica y la armadura del suelo no suele importarle. Es de índole florida por esencia. Con sus frutos es pródigo en colores: azul, rojo, púrpura, amarillo; en fin, todo un arco iris vegetal con pulpa dulce y firme. Postre revitalizador que hace que uno se sienta inmerecidamente noble. Bulbo nutritivo y versátil, no es un personaje rancio o insípido, figura como héroe de la lírica japonesa.
No merece ser equiparado con sus hermanos mayores, aunque a primera vista parezca un simple arbusto de obvia insignificancia.
Su cáscara evita enfermedades y todo lo sano le compete. Y para robustecer la vanidad humana... retarda el envejecimiento.

El donaire del ciruelo
entre el púrpura y el verde,
ni con el viento lo pierde:
semeja que inicia vuelo.
Propaga como un anhelo
botánico, su jugoso
aroma. No es un coloso
de raíces muy profundas
mas yo sé que me secundas
si febril su fruto acoso.

jueves, 10 de octubre de 2019

La fílmica flor (Jacqueline Bisset)



De adolescente, tu fotografía iba en mi libreta y venerada bajo mi brazo. Eras mi lugar de peregrinaje, mi Pirámide del Sol, mi Stonehenge. Recinto sagrado con un solo feligrés y de un tiempo anterior a la escritura.
Tu mirada era mi autógrafo y mi alma tu estudio de cine. Aunque nunca fui parte de tus libretos, hacía reverberar tus diálogos en mi cabeza por si llegabas a requerir de un sustituto. Dama ceremonial de andar catedralicio: te volviste objeto de mi culto, mi religión llena de fe. Surgía de tu belleza una peculiar fragancia de divinidad. No eras mujer fatal sino criatura celeste, estrella del escenario y bendecida por la prensa: ángel femenino iluminado. Fílmica flor luciéndote en la arena de la playa. Estrella marina de estreno cotidiano sobre la costa. Peliculesca sirena sin necesidad de reflectores ni pantallas. Solsticio y equinoccio que se reverencian, fulgor que auxilia en vísperas de eclipse. No hay glamour de actriz en tus guiños y mohínes sino estilo y elegancia irradiando de tus ademanes.
Y ahora... luces, cámara, acción.