sábado, 1 de diciembre de 2012
Diezmos 11
Querube
Te pareces a una nube:
no te gusta repetirte,
cuando quiero describirte
ya cambiaste y no te tuve.
En tu boca hay un querube,
un ángel que va sin brazos
y encubre los navajazos
de su evasivo aleteo
para engendrar el deseo
con un beso hecho pedazos.
sábado, 17 de noviembre de 2012
Voluntad de yerro
º Herrar es humano.
(antiguo proverbio equino)
º Para desarrollar el gusto estático, nada mejor que la escultura.
º Tus gextos son muy herméticos.
º Se solicita secretaria con experiencia en ingles.
º Lo ejecutaron tras un juicio sumerio.
º Me duele encima de mi hombre.
º Conozco el terreno palomo a palomo.
º Amo tu pereza de corazón y tu sinseriedad.
º El festejado murió aparentemente de un ataque celebrar.
º Por favor, una limosina para este pobre ciego.
º Me equivoqué varias voces en la misma frase.
º Nuestras vidas son los ríos que van a dar al bar que es el beber.
º Tiene corazón de haz cero.
º Intentar lo absurdo para lograr lo impasible.
º El pueblo hundido jamás será vendido.
º No pienses de dónde tienes sino a dónde das.
º Escribir sesenta y nueve y no 69 es una vergonzosa falta de pornografía.
º Para llegar a toda la saciedad, el gobierno empleará todos los miedos de comunicación.
º El hombre pospone y Dios depone.
º Y todo por tu amoral prójimo.
º No hay otro Dios sino Dos.
º Ayer, la Cancillería Apostólica dio a conocer la más reciente Burla Papal.
º En su tratado de Arte Re-erótica, Aristóteles aspira a proporcionar los recursos técnicos para alcanzar la maestría oral.
º Me asusta cuando fallas porque estás como impotente.
º Se equivoca una y otra vez pero no se da por vencido: tiene voluntad de yerro.
domingo, 11 de noviembre de 2012
Soneto muu muuu trijte No. 2
Este alegre dolor de ser tan triste
Clarilda Oliver Labra
Yo sufro con anómalo cariño
este alegre dolor de ser tan triste,
a esta jaula de pájaro me ciño
bien avenido a mi ración de alpiste.
Aunque a veces, eufórico, me riño,
mi esencia melancólica persiste.
El trágico que soy saca un corpiño
de corista: combino drama y chiste.
¡Qué se ha de hacer! Histrión de baja estofa
repito mi papel sin pretensiones
con cinta de medir en cada estrofa.
Triste en todo mi espectro de emociones
-vuelvo a decir con lastimera mofa-.
Triste en sus numerosas acepciones.
viernes, 12 de octubre de 2012
Victoria brillante
Se sabe que muy joven aún,
aprendió en Mesopotamia los ciclos lunares y predijo eclipses. De vuelta en su
ciudad natal obtuvo un módico respeto de los más encumbrados sabios. Tenemos
informes de su infancia y sus precoces aptitudes. Un rollo de papiro en griego
(circa II a.n.e.) con caligrafía anónima, habla de ella en estos términos:
"Una niña tesalia contemplaba día y noche el cielo. Sentada en el borde
del puente sobre el río Peneo, su mayor regocijo era balancear los pies con los
ojos puestos en las alturas". El texto refiere también cómo la niña pudo
aprender por sí sola el manejo del gnomon o reloj de sol ancestral: una simple
varita de madera incrustada en la tierra y rodeada de pedruscos en círculo. Sus
primeras observaciones astronómicas las hizo valiéndose de este instrumento.
Dedujo sin ayuda de nadie, que la dirección permanente tomada por la
sombra más corta en todos y cada uno de los días indicaba el norte; partiendo
de ahí era fácil señalar los restantes puntos cardinales.
No obstante, su afán
autodidacta y falta de experiencia la llevó a poner en peligro su salud. Tras
observar al sol con fijeza durante largo tiempo una tarde nítida y sin nubes, la
aquejó una ceguera súbita y total. Los gritos de espanto llamaron la atención
de un peregrino. Fue necesario llevarla en brazos a su casa. No pudo concebirse
otro remedio para contrarrestar el daño que mantener a la niña en un aposento
por completo a oscuras. No le fue permitido recibir visitas de su amado sol
durante una semana. En forma gradual recobró la vista, se mantuvo tranquila un
tiempo pensando en cómo mejorar su reloj y entonces pudo volver a sus observaciones.
Su nombre: Aglaonike. "Victoria brillante". La primera astrónoma de quien
se tiene conocimiento.
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Prosa
jueves, 11 de octubre de 2012
Rezo
Maestro
deseo que ella sea mía
por ello rezo
sobre mis rodillas
sobre mis vergüenzas
sobre mis sacros pecados
mi vileza la purificará
La niña se fue de pinta por la calle Santa María
Pues eso. Que Cristoforo Colombo
nunca dijo que la Tierra era redonda. El mito fue inventado alrededor de 1620 y
lo divulgó hasta el cansancio un escritor estadounidense de nombre Washington
Irving. La forma esférica del planeta se conocía desde Eratóstenes entre los
siglos III y II a.n.e. Incluso desde Pitágoras (sin método científico que lo
sustentara) se sospechaba de la redondez terrestre. De modo que las personas
con una mediana cultura en el siglo XV (Reyes Católicos incluidos) sabían en
dónde estaban parados.
El argumento insensato de Colón
para obtener financiamiento fue que la Tierra era más pequeña de lo que se
pensaba y, por tanto, una ruta distinta para llegar a Asia era posible.
De hecho, Colón pensaba que la
Tierra tenía (nada de risas ¿eh?) aspecto piriforme. "Quizás el mundo no
es como se lo describe, sino que tiene forma de pera, esto es, redonda en todas
partes salvo cerca del tallo, donde se proyecta mucho; o como una bola redonda
con algo parecido al pezón de una mujer en algún lugar...". Con esas
palabras, el muy degenerado.
Ah, y el nombre del continente no se debe ni a Amerigo Vespucci ni a Richard Ameryk, sino que tal honor corresponde una tabernera del Puerto de Palos de nombre América a quien los navegantes apodaban en forma cariñosa y con ese tacto proverbial de los hijos de la mar, "La Pechugas".
domingo, 30 de septiembre de 2012
Perfume de Arco Iris (Rosas Rojas - Anne Sexton)
Rosas Rojas
(Anne Sexton)
Tommy tiene tres años y cuando se porta mal
su madre baila con él.
Ella pone el disco,
“Rosas Rojas para una Dama Triste”
y lo arroja a través de la habitación.
Hay que confesar que,
ella nunca le puso la mano encima,
sólo la pared le puso la mano encima.
Él se saca rosas rojas en diferentes partes,
en la cabeza, aquella vez que estaba soñoliento como un río,
en la espalda, la vez que fue un espantapájaros roto,
en el brazo como si un diamante lo hubiese mordido,
en la pierna, torcida como una vara de regaliz,
todo ese baile tuvieron juntos,
La Dama Triste y Tommy.
Te caíste, dice ella, sólo recuerda que te caíste.
Me caí, es todo lo que él les dice a los doctores
en el hospital. Una dama gentil vino y
le hizo preguntas pero debido
a que no quiere ser enviado lejos dice, me caí.
Nunca dice nada más a pesar de que ya habla muy bien.
Nunca mencionó lo de la música
o como ella cantaba y gritaba
alzándolo y arrojándolo.
Él aparenta ser su pelota.
Trata de doblarse y rebotar
pero se aplasta como una fruta.
Porque ama a la Dama Triste y los moretones
de rosas rojas que le produce.
Red Roses
(Anne Sexton)
Tommy is three and
when he's bad
his mother dances
with him.
She puts on the
record,
"Red Roses for
a Blue Lady"
and throws him
across the room.
Mind you,
she never laid a
hand on him.
He gets red roses in
different places,
the head, that time
he was as sleepy as a river,
the back, that time
he was a broken scarecrow,
the arm like a
diamond had bitten it,
the leg, twisted
like a licorice stick,
all the dance they
did together,
Blue Lady and Tommy.
You fell, she said,
just remember you fell.
I fell, is all he
told the doctors
in the big hospital.
A nice lady came
and asked him
questions but because
he didn't want to be
sent away he said, I fell.
He never said
anything else although he could talk fine.
He never told about
the music
or how she'd sing
and shout
holding him up and
throwing him.
He pretends he is
her ball.
He tries to fold up
and bounce
but he squashes like
fruit.
For he loves Blue
Lady and the spots
of red roses he gives her.
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Traducción
miércoles, 12 de septiembre de 2012
Homo Lectoris 5 (Leehelenistas)
Leehelenistas
Para los griegos era más importante saber
leer que escribir. Al menos en eso los eruditos parecen estar de acuerdo. En lo
que no coinciden es en definir si prevalecía la lectura en voz alta o en
silencio. El sentido común nos inclina hacia la primera práctica ya en la
Grecia Clásica el predominio en la vida cotidiana era de los textos
utilitarios, de profesión: decretos, contratos, transacciones, discursos, demandas,
pasquines e incluso publicidad. Por otra parte, la scriptio continua (escritura continua, sin espacios
ni signos de puntuación) que se usaba entonces y se siguió usando muchos siglos
después; hace pensar que la lectura en voz alta era de mayor ayuda para
desentrañar el sentido de lo escrito. No obstante, hay evidencia de lectura
privada, silenciosa, con fines de entretenimiento. Y es que en la Grecia
antigua no todo eran libros de filosofía, retórica, tragedias, historia,
ciencias, medicina y otras tantas disciplinas consideradas como
"excelsas". No. También había libros de cocina, de carpintería al
estilo de "hágalo-usted-mismo", de consejos de belleza, de chistes y
de chismes, de confección de ropa, de diseño de acueductos, de caza, de manejo
de armas, de jardinería. Hasta libros pornográficos que por desgracia no se han
reeditado.
Sócrates desconfiaba de los libros, tal vez
por ello no escribió ninguno. Y la actividad de la lectura llegó a parecerle un
impedimento para el desarrollo de la reflexión personal, del pensamiento
propio. Un excesivo contaminarse de ideas ajenas propiciando la atrofia
intelectual, el ocio de las neuronas.
Parece que el gran filósofo atribuía a los
libros un defecto que hoy se considera una virtud: las múltiples
interpretaciones del texto, la libertad de elegir el uso del contenido. Platón,
su discípulo, secundaba -con algunas reservas- la postura de su maestro. En
cambio Aristóteles, discípulo de Platón, enloquecía por los libros.
Séneca, en sus cartas a un destinatario tal
vez ficticio llamado Lucilio, desaconseja la lectura de muchos libros sugiriendo
en cambio leer poco y en forma muy selectiva. Sus razones: leer demasiados
libros era un malgasto del espíritu, un extravío. Una disipación absurda y
nociva propia de las almas enfermas. Un proceder depravado de las mentes
desordenadas. A los que encontraban gozo en ir de un libro a otro, repetía esta
máxima: "Es propio de un estómago inapetente probar muchas cosas, las
cuales, siendo opuestas y diversas, lejos de alimentar, corrompen".
Ya entonces se quejaban de los muchos libros
en circulación. Eso no ha cambiado.
viernes, 7 de septiembre de 2012
Exposición de un coleccionista 2 (Cuadro negro)
Malévich
Cuadro negro
Para habituarse a su entorno, el autor trabajó su lienzo al natural. Diligencia no falta. Se percibe en la homogénea composición del conjunto; alarde de acromatismo que suscita un vértigo álmico. El observador se precipita en las espirales de la abolición, en una pesadilla de infinitos etcéteras. La sombra de la sombra en donde el pensamiento se oscurece. Nada para los ojos. La noche no puede detener su hemorragia.
Para habituarse a su entorno, el autor trabajó su lienzo al natural. Diligencia no falta. Se percibe en la homogénea composición del conjunto; alarde de acromatismo que suscita un vértigo álmico. El observador se precipita en las espirales de la abolición, en una pesadilla de infinitos etcéteras. La sombra de la sombra en donde el pensamiento se oscurece. Nada para los ojos. La noche no puede detener su hemorragia.
Perfecta amalgama de la realidad con el Yo
nigérrimo, aunque también podría ser una oblicua referencia al mercado negro de
obras de arte, los huevos negros de Owakudani o la bola de billar número ocho.
Un retorno a los antiguos, a la majestad pródiga y ecuménica. La genialidad
está en la omisión. Para ser un artista universal nada mejor que una obra que
satisfaga todos los gustos. Puedo decir: pomposa falta de imaginación... mas me
gana la risa.
Este óleo (número 2 en mi catálogo personal) tuve
que retirarlo de mi galería que mantengo abierta al público ya que se convirtió
en un juego obsesivo para ciertos concurrentes maniáticos, quienes, diariamente
con lupa en mano se pasaban horas examinando cada centímetro cuadrado. Algunos
incluso, pasándose de audaces, se turnaban para montarse en hombros uno encima
del otro con el fin de inspeccionar las pinceladas superiores.
Es fácil engañar al ojo. Esta pintura, en todo caso...
colgársela en el cuello como rótulo de la muerte.
¿Son estos los privilegios de la vista?
domingo, 19 de agosto de 2012
Tienda de perfumes
Mujer, ven a mi tienda de perfumes.
Verteré tus modales en un frasco
para que al viento espléndida sahúmes
con el hialino efecto de un chubasco.
En reciprocidad te haré una esencia
que robustece el ánimo amoroso,
una colonia de salaz influencia:
el rob espiritual con que te endioso.
Tendrás en mi almacén prerrogativas
ungiéndote mis bálsamos y sales
para que amor, salud y un don recibas
del misterio de extractos ancestrales.
Confiérete el placer -y sé egoísta-
de tu impar y exclusivo perfumista.
sábado, 21 de julio de 2012
Cartilla Sextina 8
Sextina del
miedo
Con revólver
persígnase la noche
para escupir su
oráculo de muerte,
no hay más
trinchera en la ciudad que el miedo,
perdió su brújula
el lugar del crimen.
Caminar distraído
por la calle
es un recuerdo.
Sal portando un arma.
Acaricia a tus
hijos con un arma,
pues yendo en
los pasillos de la noche
no va a
escoltarte Dios en cada calle
si se anuncia
con gárgaras la muerte.
El hampa en lid,
los diáconos del crimen
te darán pus de
plomo para el miedo.
Un tintero de
voces tiene el miedo
y un lingote de
fango pesa un arma,
decapitar es épica
del crimen
cuando reparte
naipes la atroz noche
y cuelga el
pergamino de la muerte
en las márgenes
rojas de una calle.
Endriagos de
metrópoli en la calle
orinan en capítulos
de miedo,
por cada
reverencia de la muerte
es ungida con coágulos
un arma
que gotea en los
filos de la noche
el fétido dolor
de un raudo crimen.
Siluetas de humo
pautan contra el crimen
exigiéndole al
odio que se calle.
Tatuada de cadáveres,
la noche
es asfalto
podrido por el miedo
que transita rascándose
con su arma
el gatillero
andante de la muerte.
Vicio de
masturbarse con la muerte
el de las
bestias báquicas del crimen;
es un muñón lo
que sostiene el arma
tras un gruñir
porcino a media calle
y los gusanos fúnebres
del miedo
devoran la
careta de la noche.
El crimen hiede
a séquito de muerte,
calibra tu arma
al ir por esa calle
donde el miedo
babea cada noche.
jueves, 12 de julio de 2012
Reglamento para reglamentar
2. La regla no podrá modificarse por ningún motivo, a menos que lo permitan las reglas.
3. En caso de dos reglas opuestas entre sí, ambas deberán aplicarse con el mismo rigor y celo.
4. Las reglas no podrán romperse, salvo que se trate de la excepción a la regla.
5. Las reglas serán para que uno se sienta importante diciendo: "las reglas son para romperse".
6. Una cosa será enumerar razones para romper una regla y otra tener razones para romperla.
7. La excusa reglamentaria deberá ser siempre: "yo no inventé las reglas".
8. En caso de que no haya reglas, tal circunstancia deberá quedar claramente estipulada en el reglamento.
9. En aras de la individualidad y la armonía, que cada quien obedezca sus propias reglas y respete las ajenas.
10. Cualquier regla no prevista en el presente reglamento... pues cada uno verá cómo se las arregla.
miércoles, 27 de junio de 2012
Ypatia, la gorgona de Alexandria
Van a lincharte. No solo les
irrita tu facundia. Creen que eres aliada de la secta maligna, idólatra de íncubos.
Que practicas magia dañina con fórmulas, números y teoremas. Tus cálculos son
el mapa de un reino de tinieblas. La ciencia es lo propio de una hetera impía. Si
el saber es tu religión, estás condenada. Confundes tierra firme con el fango.
No has aprendido a desconfiar de tu instinto. Tus inventos son vehículo del mal
y cuando desde el faro miras el firmamento es para convocar una calamidad.
Alejandría ya no es territorio seguro: vienen por ti. Traen un nuevo dogma:
intolerancia. Erudición en mente de mujer es contranatura. Tú y tu cogitaciones
filosóficas profundas: ¿De qué modo es “Así”? ¿Cuándo es “Ahora”? ¿Dónde queda
“Ahí”? ¿A qué hora es “Ya”? Son cristianos. Perdónalos, no saben lo que hacen.
Quieren rasgar tu ropa y después arrastrarte desnuda por las calles. Con
afiladas conchas de ostra cortarán tus pechos tal como el Cono de Apolonio. Un
escriba referirá: Ella, con resplandor propio encendió su hoguera. La turba:
contenta, como siempre que la satisfacción es proporcional a la estupidez.
lunes, 18 de junio de 2012
Diezmos 10
Décima pilarcaica quasi mística con prosilla castellana
¿Dó vas oy tan garridica
dexándome congoxoso?
¿Buscáis galán o un esposo
con tu ajuar de pastorcica?
¿Por qué huysme, qué os pica,
si a la çaga de tu huella
aqueste cuerpo resuella?
No esperéis una guirnalda:
dejad caer vuestra falda
que os quitaré lo doncella.
martes, 12 de junio de 2012
Charcos 1
fin del chubasco
tras tu andar por las calles
guiñan los charcos
trémulo charco
la mujer con paraguas
¡lo turba tanto!
¡cuán caluroso!
una mujer con falda
brincando un charco
tu pie en un charco
tu ondulante pisada:
agua de encanto
fin del chubasco
coquetando a las damas
guiñan los charcos
tras tu andar por las calles
guiñan los charcos
trémulo charco
la mujer con paraguas
¡lo turba tanto!
¡cuán caluroso!
una mujer con falda
brincando un charco
tu pie en un charco
tu ondulante pisada:
agua de encanto
fin del chubasco
coquetando a las damas
guiñan los charcos
jueves, 31 de mayo de 2012
Exposición de un coleccionista (Cuadro primigenio)
Cuadro primigenio
El arte de la pintura empieza con
un punto. Una serie de puntos da lugar a una línea y después tenemos un plano.
De tal modo lo afirma Leonardo da Vinci y no soy quien para contradecirlo dado
mi nivel de coleccionista aficionado. Ese es el punto.
El título del cuadro que
generosamente comparto es “Cero a la izquierda – Cero a la derecha”, título muy
elaborado para mi gusto. Fue adquirido en un tianguis de mi barrio, dentro de
las actividades organizadas en la colecta anual de la Cruz Roja. Ejerzo mi
derecho a no difundir autor ni precio para no trastornar el mercado
internacional de las obras pictóricas, tan proclive a las transacciones
especulativas. A últimas fechas las telas de encumbradas galerías y colecciones
privadas se tasan con montos enormes. Por otra parte las falsificaciones
también están a la orden del día.
Como puede admirarse, el cuadro
no carece de profundidad pese a ser todo centro que se convierte en eje como
corresponde a un punto. Destaca también por su expresión contenida carente de
contenido. Su tácita exuberancia emana de la evocadora noción de aquella
partícula primigenia, infinitesimalmente pequeña que en teoría dio origen al
universo. De ahí su densa gama espacial. Casi la Nada, que es, a un tiempo, la
No-Nada y lo que resta. Lo que es simple se vuelve complejo, es decir, complejo
de inferioridad. Con una clara tendencia preultraneobarroca el artista logra
temperar el rigor técnico y los matices propios de las perturbadora y perturbada
escuela cientificista; lo que ocurra primero. Amén.
La obra estuvo perdida algunos
años pero lo intrigante es que figuraba en el índice de adquisiciones de dos
importantes museos británicos. Entre algunos críticos se decía haberla visto en
la sala de espera de un dentista groenlandés. Sus características fueron referidas
en respetables boletines de arte
sin que nadie fuera capaz de dar cuenta de su paradero. Por desgracia fue
encontrada.
lunes, 21 de mayo de 2012
Cartilla Sextina 7
Sextina del
retoque
Como cualquier
artista que se jacte
de ser capaz de
un mínimo de tacto,
retoco a mi
modelo pues su fama
en la posteridad
depende de ello.
Pero hay que
hacerlo bien, sin que se note
la chapuza, el
favor; no hacer un timo.
Es una cirugía,
nunca un timo.
Hay que hacer
que la fémina se jacte
de su belleza y
todo el mundo note
que el lienzo o
la escultura son al tacto
como la
original. Me empeño en ello
con tal de que
mi amor me traiga fama.
Leonardo y
Miguel Ángel tienen fama
porque cubrir
defectos no fue un timo,
sus musas lo
agradecen, prueba de ello
es que ninguna
hay que no se jacte.
Todo fue
proceder con gracia y tacto
para
que el hombre de hoy ni un fallo note.
Para que su ojo
miope no se note
le he quitado
las gafas, tienen fama
de poco
seductoras y es por tacto
que hago nívea
su tez no es simple timo
para que su ego
anémico se jacte
del celo en que
al plasmarla pongo en ello.
Su andar, es
menester hacer con ello
algún truco sutil, que no se note
su pie zambo. Si
quiere que me jacte
de
mi obra y que la encumbre hasta la fama
sus
piernas puliré pues no es un timo
darles
fulgor y suavidad al tacto.
Y aunque parezca
abuso tanto tacto,
es ética y pudor
no ahondar en ello:
porque sus
pechos vastos son un timo
la cicatriz haré
que no se note
y así postizos
ganarán la fama
para que ella
inmortal de sí se jacte.
No es que me
jacte de prevista fama
mas no confundo
al tacto con el timo
y ello el
Parnaso espero que lo note.
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